En la madrugada

Quería dejar de escribir pero no puedo. Tengo la cabeza que me desborda de ideas, de pensamientos. No puedo dormir y quisiera que n este momento se desbordara en creatividad pero no se en qué. En diseñar, claro, pero no se en que...No soy tan conceptual como él. Tal vez él lo planea todo de antemano porque es un gran perfeccionista y le gusta controlar hasta el mas mínimo detalle. Yo no soy así... yo improviso, me dejo llevar, es decir al inicio tengo la idea de lo que quiero expresar, de la pose el rostro, los ojos; pero el resto es más libre, aunque mis pieza no han alcanzado aún ese grado de libertad y de sentimiento que deseo que tengan. Es como escribir. Soy también muy cautelosa con mis piezas, si algo controlo, es lo que voy a sacar allí, porque se que voy a mostrarlo y al cargarlo de mí puede que pierda mucho de mi ser en la pieza.

Me despertó el calor. Está insoportable! ¡Maldito calentamiento global! y yo con lo que detesto el calor. Creo que no hay nada mejor que cuando e viento frío te roza en las mejillas. Es otra de las cosas que me inspiran. Creo que es por eso que en noviembre es cuando más exploto mi creatividad.

Me atrae la oscuridad, hace unos segundos se escuchaba un teclado sonando en la iglesia de enfrente. Me parece tenebrosa. A veces siento que dentro hay un millón de lobos que solo esperan el momento adecuado para atacarme. Algunas veces he escuchado al líder de la congregación gritando con fervor cerca de la madrugada. Es escalofriante el imaginarme que está echando demonios fuera. Los gritos de los otros me aterran. Son desgarradores. Creo que escribiré una historia sobre eso, sería interesante ver que puedo crear a partir de esa experiencia, a lo mejor y logro que sea como el estilo oscuro de Sabato... quien quita.

Continúan las notas musicales ¿Quién hará música en una iglesia a la una de la mañana? hmmm... probablemente yo, si tuviera el piano y si viviera en una iglesia (XD).

Siempre he querido un piano. De pequeña envidiaba con furia que Alicia tuviera un piano y yo no. Siempre pensé que no lo aprovechaba, que no sabía lo que el piano significaba. Me parecía inconcebible que lo único que podía tocar eran piezas de Beethoven o Bach, piezas hechas por alguien más pero que no pudiera crear ninguna por sí misma... ¿cómo podía expresarse tocando solamente "Para Elissa" de una manera tan académica? Bueno, creo que no lo hacía, puesto que no hallaba en ella la mas mínima reseña de pasión por el piano.

Posteriormente el piano fue abandonado e invadido por el polvo y la humedad. Fue dejado atrás en su antigua casa. Unos años más tarde fue rescatado y restaurado. Hoy por hoy es un lindo adornito de sala. Pobre piano, me pregunto ¿qué diría si pudiera hablar?