Las cuerdas que entonan para la lluvia

Tanto pasó... tanto lo que sucedió...

Mis ojos se llenaban de agua salada
Mis lagrimas empezaban a rodar por mis mejillas
Mi corazón empezaba a cerrarse
Y mi pasión empezaba a resquebrajarse.

El cielo me veía...
Con tal preocupación
Que por días decidía
acompañarme hasta que quedara dormida.

Fue hace un año ya.
Que el cielo comenzó a llorar conmigo
Las casualidades, le llamaba...
Sin darme cuenta que realmente cada vez que lloraba
El cielo lloraba junto a mí
Para estar conmigo, para ayudarme a vivir un momento más.

Tanto amor... para mí
que siempre vio la manera de llorar a mi lado.

Las nubes cubrían el cielo
El sol se escondía por momentos
Y la lluvia bajaba suavemente
agarrando fuerza con el viento
en los momentos en que necesitaba
deshacerme de mucho más.

Maravillosa manera de demostrarme su amor
maravillosa la manera de hacerme ver que estaba a mi lado.

Me costó mucho tiempo ver que siempre ha estado a mi lado
El amor.
Mas bien dentro de mí.
El amor.
Me llena, me estremece, me sorprende con todas las caricias que
con tanta dulzura me da.

Gracias a la lluvia, mis lágrimas no fueron en vano
Y gracias a la lluvia el dolor se empapó
de un amor verdadero
que no proviene de nadie más
sino mas bien del universo entero.

Ahora... soy yo quien acompaña a la lluvia
devolviéndole el amor que sin egoísmo me dio
entonando con mi voz una dulce canción que
le ayude a caer de nuevo, a vivir de nuevo.

Mis cuerdas cantan cada vez
que la lluvia necesita una melodía
para acompañar a otra alma dolida
y demostrarle todo el amor que sin
egoísmo le dio.